Seguro que tras todo el día fuera de casa te da pereza desmaquillarte y, piensas “que más da, si ya no queda ningún rastro de maquillaje después de tantas horas”.
Pues, aunque no nos maquilláramos, sería necesario limpiar la piel, así que imagináos si ya nos maquillamos y añadimos más impurezas.
No limpiar la piel es el primer paso para desarrollar problemas: puntos negros, espinillas, pústulas… acné en general. Además, si no conviertes en un hábito de cada día limpiar la cara el aspecto de tu piel se va a deteriorar de forma importante: aspecto más envejecido, sin brillo, sin luz y sin un aspecto sano.
Lo mejor es una vez o dos al día limpiarte con gel astringente o pan de limpieza en el caso que tengas la piel grasa, o con crema limpiadora o toallitas si tu piel es normal o seca.
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