viernes, 19 de noviembre de 2010

intervenciones quirurgicas en el rostro:


ritidectomia

las indicaciones de la ritidectomía, o lifting facial, son la flacidez de la piel facial y del cuello. Las candidatas habituales son mujeres de 40 años o más. Suele realizarse con anestesia general o local con sedación intravenosa y suele durar unas pocas horas, generalmente de forma ambulatoria con ingreso corto en la clínica u hospital.
Los efectos de la ritidectomía se mantienen entre 5 y 10 años. Esta intervención puede realizarse conjuntamente con otras, como la cirugía de los párpados, el aumento del mentón, técnicas de rejuvenecimiento cutáneo, los peelings con láser o químicos, etcétera.

Efectos secundarios y riesgos

Las pacientes suelen experimentar hipersensibilidad y entumecimiento, así como sequedad de la piel. Es típico que tengan una sensación de tirantez en la cara y el cuello.
La paciente puede reanudar sus actividades habituales en diez a catorce días y la recuperación es completa a las seis semanas. Hay que evitar la exposición al sol durante varios meses y se debe utilizar protección solar máxima a partir de ese momento.
Entre sus riesgos se encuentran la hemorragia, la infección, las cicatrices hipertróficas, la asi­metría y una modificación no deseable de
la línea de nacimiento del pelo. Ocasionalmente puede existir lesión de los nervios que controlan los músculos faciales y pérdida temporal
de la sensibilidad.

Blefaroplastia

Unos párpados superiores caídos o unos párpados inferiores con bolsas o con exceso de piel suelen ser una indicación de la blefaroplastia. La cirugía de los párpados puede corregir estos problemas y puede realizarse sola o asociada a otras intervenciones faciales.
La cirugía de los párpados consiste en la eliminación del exceso de grasa, piel y músculo por encima y por debajo de los ojos. La intervención suele realizarse de forma ambulatoria con anestesia local con sedación o anestesia general. La duración de la intervención es entre una y tres horas, dependiendo de si se operan o no los cuatro párpados.
Los efectos de la cirugía de los párpados duran varios años y a veces son permanentes.

Efectos secundarios y riesgos

La tirantez de los párpados es un efecto secundario normal tras la blefaroplastia y es frecuente alguna molestia, así como los hematomas y la hinchazón, en especial en los ángulos de ambos párpados, que pueden persistir entre una y tres semanas. La sequedad, el picor y la sensación de quemazón, así como el lagrimeo y la hipersensibilidad a la luz y el viento, pueden durar unas tres semanas y las pacientes pueden experimentar problemas temporales con la visión, como visión doble o borrosa.
Siempre existe el riesgo de infección. En ocasiones la tirantez de los párpados impide que se cierren totalmente al principio, pero es un problema que suele resolverse por sí mismo.
Las pacientes que llevan lentes de contacto deben esperar al menos dos semanas tras la cirugía para volver a usarlas. Puede ser necesario el uso de lágrimas artificiales para lubricar los ojos secos.
Las pacientes con enfermedades oculares
como glaucoma o desprendimiento de retina deben someterse a una exploración oftalmológica completa antes de considerar la cirugía. Y las enfermedades tiroideas, la hipertensión, las enfermedades del corazón o el síndrome del ojo seco se asocian con un mayor riesgo de complicaciones tras la cirugía de los párpados.

Rinoplastia

La rinoplastia es la cirugía que modifica la forma de la nariz para corregir las alteraciones de su tamaño, los problemas respiratorios asociados con la estructura nasal, el aspecto antiestético de su punta o del puente, las aberturas de las fosas nasales disfuncionales.
Los problemas estéticos o funcionales de
la nariz pueden aparecer a cualquier edad y es la ca­racterística facial que causa mayor insatis­facción entre las personas descontentas con su aspec­to físico. Las adolescentes deben esperar hasta su total crecimiento, hacia los 14 o 15 años, antes de operarse la nariz.

Durante la rinoplastia, el cirujano separa la piel de la nariz de sus estructura de soporte de hueso y cartílago, modifica la forma de esta estruc­tura y vuelve a juntar la piel. Tras la cirugía se co­­loca un apósito nasal para estabilizar el tabique y los cartílagos operados.
Las intervenciones más simples duran una o dos horas. Suele realizarse con anestesia local con sedación y de forma ambulatoria.

Efectos secundarios y riesgos

Suele haber hinchazón y hematomas temporales alrededor de la nariz y los ojos. Puede aparecer dolor de cabeza y hemorragias nasales, así como obstrucción nasal pasajeros.
Entre sus riesgos se encuentran la infección, la hemorragia y el estallido de pequeños vasos sanguíneos que dejan pequeños puntos rojos permanentes sobre la piel de la nariz. A causa del gran cambio de la cara por la modificación de la forma de la nariz, existe el riesgo psicológico de que la paciente no se vea como esperaba.
Tras la rinoplastia la paciente puede volver a sus actividades en una o dos semanas y la recuperación completa se alcanza a las seis semanas. La paciente debe evitar la exposición al sol durante al menos ocho meses. La nariz tarda un tiempo en adquirir su nueva forma y su aspecto definitivo puede no alcanzarse hasta pasado un año o más de la intervención.

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